Juana María González Prada
Dietista-Nutricionista
El problema de la obesidad y de la mala alimentación (con numerosas repercusiones sobre nuestra salud) es de sobra conocido por toda la sociedad.
Cada vez me encuentro con más personas que buscan una dietista infantil. También se saben la causas y como atajarlo. Entonces, ¿por qué los gobiernos no hacen nada?
Ya en el año 2.007, la Unión Europea instaba a la Industria Alimentaria a la Autorregulación para evitar el usos de grasas trans y reducir la presencia de sal y azúcares en sus productos. Desde hace más de 5 años está pendiente la aprobación de una nueva normativa de etiquetados, de forma que los envases vengan con un semáforo de colores.
Esto permitiría de forma gráfica saber si un alimento es de consumo restringido (semáforo rojo), de consumo esporádico (amarillo) o de consumo diario (semáforo verde).
También nuestro gobierno amenaza con expulsar los bollos de los colegios un par de veces por legislatura. Pero nunca ejecuta sus amenazas. ¿Y por qué no actúa con responsabilidad?
En mi opinión, no quiere enfrentarse con la industria y desde la sociedad tampoco se le recrimina por ello. Pondré un ejemplo inverso:
- La sociedad conoce los riesgos del tabaco y las enfermedades que produce.
- Por eso presiona a los gobiernos para que tomen medidas en contra de la venta libre e indiscriminada de estos productos: prohibición de venta a menores, advertencias claras en los envases de sus consecuencias...
- En cambio, nuestra sociedad no considera un riesgo la comida basura y tampoco es consciente de las enfermedades y problemas generados por la obesidad. Así que no se produce esa presión sobre los gobiernos para que actúen.
Si estás leyendo este artículo, probablemente estés preocupado por tu alimentación. Tú puedes actuar en tu entorno para que en el colegio de tus hijos no se vendan estos productos y exigir a nuestros políticos que actúen de forma responsable.
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