El Carnaval de la Nutrición......
El próximo día 28 de Mayo celebramos el Dia Nacional de la Nutrición, este año 2012 el tema es “Enseñar a comer es enseñar a crecer”. Y ¿Cómo podemos enseñar a comer a nuestros hijos?
En mi opinión, enseñar a comer a un niño se enmarca dentro de su proceso de educación. Le educamos poniendo normas para regular las horas de tele, juegos, para irse a dormir a una determinada hora, le damos normas saber comportarse en sociedad, a coger hábitos de estudio, a tener valores. En fin, toda una serie de inputs que como padres realizamos para que nuestro hijo aprenda. Dentro de este proceso educativo podemos englobar la educación nutricional.
Debemos enseñarle a alimentarse bien, y a incluir lo que más le gusta dentro de esa alimentación correcta, porque el niño sin pautas, acaba comiendo lo que más le gusta y lo que le apetece. Este tipo de dieta es densa en calorías, monótona y propensa a ocasionar carencia de vitaminas y minerales importantes como el calcio o el hierro.
Os pongo un ejemplo: para el desayuno en lugar de cereales tostados de arroz y trigo, el niño quiere cereales rellenos de chocolate (tienen un 20% de grasa, frente al 3% de un cereal normal). En lugar de comprar ese tipo de cereal más denso en calorías, para que desayune cada día, le podemos decir que lo comerá el domingo o le ponemos unos pocos encima de los cereales de arroz y trigo, sin que su ración aumente.
Es bueno tener en cuenta que casi siempre, cuando un niño de unos 4 años dice: ¡no me gusta! o ¡que asco!, esta es una queja que significa: “a mi lo que me gusta son los macarrones, las croquetas y las patatas fritas” pero no significa que de verdad no le guste o que no pueda comer el plato que le ponemos. Es importante identificar si realmente al niño no le gusta o no lo tolera o si por el contrario solamente le disgusta (será la mayoría de veces).
También debemos insistir, es decir, si algo no le gusta, por ejemplo la zanahoria cocida, seguir poniéndola en las comidas, con arroz o dentro de un guiso, porque la verdura tendrá el sabor del guiso y es más fácil que la coman. También podemos poner la que no le gusta en un puré. Hay que poner el alimento a pesar de las quejas. Al principio el niño retirará lo que no le gusta pero al paso del tiempo lo irá comiendo.
Veremos que en el fondo el niño se puede comer la comida, aunque hubiera preferido otra cosa. Ni que decir tiene, que los padres son un ejemplo. La mejor forma de que un niño coma kiwi, es que los padres coman kiwis. Y si no queremos que un niño picotee, no debemos comer o picar delante de él. No podemos pretender que el niño coma verdura cuando los padres están comiendo pasta.
Pon primero lo que más le cuesta comer, por ejemplo la verdura o la ensalada y espera a que termine antes de ponerle el huevo, la carne o las croquetas. Si se lo presentas todo a la vez, comerá lo que más le guste, se quita el hambre y luego no come la verdura.
Averigua porqué a tu hijo no le gusta el alimento. Puede ser la textura o el tamaño, no es lo mismo poner un plato de judías verdes con la vaina cortada en trozos grandes, que hacer trozos más pequeños, que el aspecto sea más uniforme, sin hacerlo puré. Incluso la ración, si el plato es demasiado grande el niño puede rechazar el plato.
Revisa su menú diario sobre todo, la cantidad de verdura, fruta y lácteos, para que la ración sea correcta. Es bueno repasar que ha comido a media mañana, merienda y comida para plantear la cena de manera que si no ha habido verdura o ensalada, la haya, si nos ha faltado fruta, que la tome de postre y el segundo plato esté en consonancia con su menú semanal.
Evita los picoteos, la merienda puede ser un bocadillo, una fruta y galletas o bizcocho, da igual, pero después no hay porqué seguir comiendo, chucherías, bolsas de ganchitos o fritos. Eso lo que hace es añadir calorías a la dieta del niño, quitarle hambre para la cena y fomentar los picoteos entre horas.
Y los fines de semana siempre hay más indulgencia pero no debemos olvidar el orden en las comidas y mantener la calidad de la dieta diaria. No nos podemos olvidar de que el niño (y el adulto) tiene que comer fruta o verdura a diario.
En conclusión, la educación nutricional está englobada dentro de la educación del niño, es importante empezar pronto, con 3 o 4 años, máximo. De esta manera podemos lograr que el niño tenga una alimentación variada, mantenga un buen estado nutricional y un peso correcto.
“Esta entrada participa en la 1ª Edición del Carnaval de Nutrición"
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jantonio (sábado, 12 mayo 2012 22:34)
Buen resumen de temas importantes. Lo veo realista.
Un saludo.
Naira (miércoles, 16 mayo 2012 15:35)
Genial entrada Julia,
la educación nutricional es necesaria, tanto como aprender a sumar o a restar:)